Mandos Medios: entre el huevo y la gallina…

Algunas claves para desandar este dilema recurrente dónde el ego se impone y anula tu bienestar personal y colectivo.

“Fernando, en estos tiempos hay mucha incertidumbre y la verdad que me la paso haciendo contención de mis colaboradores, acompañándolos, estando atento a sus necesidades y cambios de ánimo y viendo qué es lo mejor para cada uno, para el área y la empresa. Ahora, a mí… ¿quién me contiene? ¡Porque esto que yo hago con mis colaboradores conmigo no lo hace nadie! Como siempre…los mandos medios somos el jamón del sándwich”

En este último período pude compartir bastante tiempo y numerosas conversaciones con mandos medios de diferentes empresas y rubros. Con más frecuencia de la deseada, surgieron expresiones como la que te compartí más arriba que si bien han tenido como disparador la coyuntura actual de nuestro país, considero que fácilmente podríamos trasladarlo a otros escenarios de la vida organizacional y porque no personal.

Ahora bien, si te sentiste identificado con esta experiencia dame lugar a que te haga las siguientes preguntas ¿En cuántas, de cada una de esas ocasiones en las que te sentiste así, pudiste generar vos una conversación efectiva con tu Jefe/a? O como contrapartida, ¿en cuántas de estas oportunidades, preferiste y decidiste, no decir nada y sólo masticar para tus adentros?

Dejame contarte que en más del 80% de las ocasiones en las que pregunté esto, las respuestas que recibí se vincularon a la segunda opción: no decir nada, quedarse sólo en la “columna izquierda”. El motivo más común de esta conducta, al menos la explicación habitual (léase: relato/cuento/excusa) que recibo es “mi jefe/a debería darse cuenta de lo que pasa”.

En fin… mientras se dirime quién es primero, si el huevo o la gallina, el ego se impone y anula tu bienestar personal y colectivo. Esas experiencias se acumulan de manera negativa en tu banco de reservas emocionales y logran influir en vos, en tu equipo y en los resultados del área.

Entonces, para cuando sientas que estás en una de estas situaciones te invito a enfocarte en cada una de estas tres sugerencias que quiero regalarte:

1) Abrir conversaciones

Existe un primer momento en el que dirimís internamente si quieres quedarte en situación de esperar que el otro -en este caso tu jefe/a- en algún momento se dé cuenta de lo que te pasa y lo que necesitas, es decir, decidís adoptar una actitud es ciertamente pasiva: VICTIMA

O bien, como contrapartida podes reflexionar y decidir hacer algo al respecto, es decir, adoptar una actitud proactiva y reflexionar como PROTAGONISTA ¿qué puedo hacer yo para que esta situación sea diferente? Para que esto no siga pasando, una opción es abrir esa conversación que está faltando.

2) Hacer un Pedido

Abrís la conversación con tu jefe/a…¿Para qué? ¿Qué concretamente querés que pase en esa conversación? ¿Qué querés llevarte de ella?

Este es un paso más para posicionarte en un rol protagonista. Esta puede ser una instancia en la que te sentás frente a tu jefe/a a los fines de hacer catarsis (descargarte y darle a entender -según vos- cuan mal ejerce su rol); o por el contrario, podes sentarte a los fines de buscar UN RESULTADO A FUTURO que modifique la situación anterior. Vos decidís

3) Cuidar las Formas

Saber elegir el momento, el lugar, las palabras y gestos que acompañen la conversación, no es un aspecto menor y muchas veces hace la diferencia. No se trata sólo de cuando vos quieras y te hayas decidido hacerlo, sino del cual será el momento más efectivo. Este tipo de conversaciones suelen tener un alto involucramiento emocional y sabemos por ende que están más enfocadas en las formas, que en el contenido mismo.

Como un regalo adicional, quiero contarte que en cada oportunidad en que decidas ejercitar estos pasos, vas a estar desarrollando tu Asertividad, tan importante para tu bienestar personal y el desarrollo ecológico de tu Liderazgo.

Espero que te sean de utilidad y puedas ejercitarlo.

Los resultados de tu experiencia serán bienvenidos! Contame como te fue!

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